El evento climatológico tocó tierra anoche como un ciclón de categoría tres, pero se degradó a dos en las últimas horas.
Ante los riesgos que implica su desplazamiento, el gobierno de Guerrero suspendió las labores en todo el estado, incluido las actividades escolares y administrativas presenciales.
La Secretaría de la Defensa Nacional de México activó la fase de prevención para Oaxaca y movilizó hacia allí personal del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, para trabajar en coordinación con autoridades locales en el rescate y salvamento de damnificados.
Además, esas fuerzas recorren zonas de riesgo, despejan vías de comunicación y trasladan a la población vulnerable a albergues y refugios temporales.
Aparte, las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía para seguir las recomendaciones de Protección Civil y así asegurar la seguridad de los habitantes de esas regiones.
Según los pronósticos, el huracán traerá lluvias «extraordinarias» en zonas de Guerrero y Oaxaca.
Igualmente, puede ser peligroso por las altas mareas e inundaciones repentinas, antes de que se adentre en el sur de México este martes y se debilite rápidamente sobre las zonas más elevadas de la región.
Aparte de John, el país también está bajo la amenaza de otro sistema meteorológico que afecta el Golfo de México.
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