Al menos en las centrales atómicas en funcionamiento, “hemos demostrado que son seguras y eficientes”, y “son absolutamente necesarias para mantener las luces encendidas cuando aparece nueva demanda, como los centros de datos”, consideró el español Ignacio Sánchez, presidente ejecutivo de una de las compañías líderes del sector, Iberdrola.
“Creo que esta carga base es absolutamente crucial”, redondeó el experto, al exponer sus consideraciones en el Foro Económico Mundial, con sede en la ciudad suiza de Davos.
También lamentó la pérdida de impulso inversionista en el campo del hidrógeno verde, considerado entre las iniciativas para reducir el uso de combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.
Al decir del representante Iberdrola, en el caso del hidrógeno “no se ha materializado el apoyo que se esperaba”.
Evaluaciones publicadas hoy por el grupo de análisis Ember destacaron que en 2024 el bloque comunitario logró producir el 47 por ciento de su electricidad a través de energía solar y otras fuentes renovables.
Casi tres cuartas partes de la electricidad de la UE no emiten gases que calientan el planeta, mientras otro 24 por ciento proviene de la energía nuclear, estimó la entidad.
No obstante, los precios de la energía en la UE continúan siendo estructuralmente más altos que en Estados Unidos o China y varían de manera significativa entre los países miembros, reconoció ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
“No solo debemos seguir diversificando nuestros suministros energéticos. Tendremos que invertir en tecnologías de energía limpia de nueva generación, como la fusión, la energía geotérmica mejorada y las baterías de estado sólido”, precisó la funcionaria en su discurso ante el Parlamento Europeo, en la ciudad francesa de Estrasburgo.
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