En una anterior audiencia, el relator, ministro Edson Fachin, reafirmó el voto pronunciado en la sesión virtual, por la ilegalidad del cacheo a personas.

Por su parte, el ministro Alexandre de Moraes, quien inauguró la divergencia en el entorno digital y pidió el destaque de la acción para el pleno físico, también mantuvo su posición por la legitimidad de la medida.

El caso concreto que motivó la apelación involucra al Ministerio Público del estado de Rio Grande do Sul, que impugnó la decisión del Tribunal de Justicia estadual.

La corte absolvió a una mujer acusada de tráfico de drogas al entender que la prueba fue obtenida ilícitamente, pues ella fue sometida a la revisión vejatoria cuando intentó entrar en la prisión central de Porto Alegre (capital) con 96 gramos de marihuana en su cuerpo para entregarla al hermano detenido.

Para Fachin, la revisión íntima vejatoria a visitantes de cárceles resulta una violación a la dignidad de la persona humana y a los derechos fundamentales a la integridad, intimidad y honor.

Destacó que la ley 10.792/03 determina el uso de equipos electrónicos para control de entrada, como detectores de metales y escáneres, y que la falta de esos dispositivos no justifica la práctica invasiva.

Fachin reconoció la legitimidad de los registros personales para la seguridad, pero consideró inadmisible la exigencia de retirada de ropa e inspección de cavidades corporales, incluso ante sospechas fundadas.

En su intervención, De Moraes destacó los riesgos de la prohibición de métodos eficaces de inspección.

Según el juez, las medidas superficiales son ineficaces y la restricción de los registros puede llevar a la suspensión de visitas y rebeliones.

«Si hay algo que genera rebelión, es cuando se impide la visita», afirmó.

También De Moraes destacó que todas las detenciones en prisiones ocurren por ocultación bajo la ropa o en cavidades del cuerpo, lo cual refuerza la necesidad de una vigilancia eficiente.

El ministro propuso, asimismo, adiciones a la tesis sugerida, con el fin de permitir la revista íntima en situaciones excepcionales, como cuando resulta imposible utilizar escáneres corporales, cintas de rayos x y portales detectores de metales.

De igual manera abogó para que el registro íntimo para entrar en establecimientos penitenciarios sea motivado para cada caso específico y dependerá de la conformidad del visitante.

En el pleno virtual, el caso contaba ya con cinco votos a favor de la prohibición de la práctica, bajo el argumento de que viola los principios de la dignidad de la persona y la protección a la intimidad, honor e imagen.

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