Según las fuentes, la víspera la Policía disparó contra refugiados que protestaban por las malas condiciones de vida, la falta de agua y la inseguridad en Kakuma, base que alberga a miles de personas procedentes de los vecinos Sudán del Sur, Etiopía, Burundi y República Democrática de Congo.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), informó recientemente que solo tenían el 45 por ciento de las raciones necesarias de alimentación, debido a los recortes de ayuda impuestos por Estados Unidos.
Según Amnistía Internacional, este campamento, considerado uno de los más grandes del mundo, alberga a unos 200 mil refugiados y solicitantes de asilo, y existe la preocupación de que la situación podría salirse de control.
Desde que asumió el poder en Washington, el pasado 20 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cortó la ayuda internacional de su país a diversas instituciones humanitarias de Naciones Unidas, a través de órdenes ejecutivas implacables, que han dejado sin protección a millones de personas en el mundo.
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