Tal resultado tuvo el empuje del rendimiento de las inversiones y consumo de los hogares.
El porcentaje resulta el mayor aumento desde 2021, cuando el avance fue del 4,8 por ciento, después de una caída drástica en el año anterior por la pandemia de la Covid-19.
Las cifras del cuarto trimestre del año pasado indicaban cierta desaceleración en el ritmo de la actividad económica. En los últimos tres meses de 2024, el progreso fue del 0,2 por ciento.
El gasto de los hogares creció un 4,8 por ciento en 2024 y registró la mayor subida desde 2011, cuando notificó igual mejora.
«Tuvimos una conjunción positiva, como los programas de transferencia de renta del gobierno, la continuación de la mejora del mercado laboral y los intereses que fueron, en promedio, más bajos que en 2023», explicó Rebeca Palis, coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE.
Sin embargo, hubo un desplome del uno por ciento del indicador en el cuarto trimestre.
El consumo de las familias representa cerca del 70 por ciento del PIB. En los otros tres trimestres, hubo fuertes subidas del 2,5, uno y 1,3 por ciento, respectivamente.
Para Palis, la aceleración de la inflación, especialmente la de los alimentos, pesó sobre el consumo de las familias, lo cual llevó a uno menor.
«Seguimos teniendo mejora en el mercado de trabajo, pero con una tasa ya no tan alta. Y las de interés comenzaron a subir en septiembre, lo que ya impactó en el cuarto trimestre», alega.
Por el lado de la demanda, la inversión tuvo aún un fuerte crecimiento. Subió 7,3 por ciento el año pasado y 0,4 en los últimos tres meses de 2024, en la quinta lectura trimestral positiva.
Las cifras indican que la economía nacional creció el doble de lo que el mercado esperaba inicialmente. El 5 de marzo de 2024, el Boletín Focus del Banco Central señalaba que crecería 1,77 por ciento, según la media de las proyecciones de los analistas.
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