La distancia es notoriamente grande en innovación, digitalización y transición energética, según el denominado Informe Draghi, sobre el cual Qaracter, consultora tecnológica española realizó un diagnóstico que calificó de preocupante.

Especializada en el sector financiero y asegurador, Qaracter subrayó que la brecha del PIB europeo respecto a EEUU. ha pasado del 15 al 30 por ciento en los últimos 20 años, lo que refleja una pérdida de dinamismo económico frente a sus principales competidores.

Mientras que el PIB de Estados Unidos se incrementó un 72 por ciento desde 2007, la Unión Europea solo progresó en un 21% en el mismo período.

Respecto a China, indicó el análisis, experimentó un crecimiento del 270 por ciento, consolidándose como el mayor rival económico del bloque europeo.

De acuerdo con Qaracter, hay cinco grandes obstáculos estructurales que impiden a la UE competir en igualdad de condiciones con otras potencias:

En primer lugar, falta de inversión en I+D, en lo cual EEUU y el gigante asiático superan ampliamente a la UE.

En 2023, las siete principales tecnológicas estadounidenses invirtieron 200 mil millones de dólares en I+D, equivalente al 50 por ciento de toda en I+D pública y privada de la UE.

Asimismo, dependencia energética no sostenible, en la cual el bloque comunitario sigue dependiendo de importaciones, lo que encarece su producción y afecta su competitividad.

Mientras, China destinó 300 mil millones de dólares en subsidios energéticos en 2023 para reducir costes empresariales y domésticos, con Europa afrontando precios de la electricidad mucho más elevados.

Igualmente, las regulaciones nacionales dispares dificultan la expansión y limitan la atracción de inversión extranjera.

Solo el 25 por ciento de las grandes firmas europeas realizan ventas transfronterizas online, en comparación con el 50 por ciento en EEUU.

Además, para recuperar su competitividad, Europa necesita elevar su tasa de inversión del 22 al 27 por ciento del PIB en la próxima década.

Finalmente, la desigualdad en infraestructuras tecnológicas entre países y regiones europeas ralentiza la transformación económica y reduce la productividad.

Para hacer frente a estos desafíos, a tono con el Informe Draghi, Qaracter proponeuna estrategia de inversión enfocada en tres áreas clave, transformación digital, independencia energética y simplificación regulatoria.

Enrique Galván, CEO de Qaracter, comentó que Europa está en una encrucijada. “Si no invertimos estratégicamente en innovación, digitalización y energía renovable, corremos el riesgo de quedarnos atrás de forma irreversible. La UE necesita decisiones audaces y coordinación efectiva”.

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