Funcionarios de la fuerza pública y de la Fiscalía General coinciden en la proliferación de esos tiroteos entre individuos, animados por ajustes de cuentas o asociados al tráfico de drogas, añadió la versión digital de la televisora.

“Muchas de esas personas al verse asediadas por un grupo rival o, inclusive, hasta por la policía, tratan de repeler el ataque”, declaró al canal el director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Rándall Zúñiga.

El experimentado oficial citó como ejemplo a “un individuo que íbamos a detener dentro de un cuarto, y, al dar la voz de alerta de «policía» e ir a ingresar al lugar, hizo dos detonaciones y nosotros repelimos el ataque de este sujeto».

Un caso más reciente –relata el funcionario- fue el 26 de marzo último, “cuando un conductor de plataformas digitales abrió fuego y mató a un hombre que intentaba asesinarlo”.

El ejemplo –según Zúñiga- ilustra episodios frecuentes de intercambios a balazos, en los que el blanco de un ajusticiamiento responde al ataque.

Según el líder del OIJ, “estos enfrentamientos son parte de una dinámica de choques entre bandas que se disputan plazas para la venta de drogas y otras actividades ilícitas”.

“Surge entonces la duda –reflexionó- sobre si esos conflictos pueden escalar a matanzas, como la que cobró 22 víctimas entre el 6 y 7 de marzo pasados en Guayaquil, al oeste de Ecuador”.

Sobre esa analogía entre ambos países, el fiscal general Carlo Díaz declaró a Teletica que “el problema recrudeció en Ecuador hace unos seis años, cuando tenía similares problemas a los de nosotros. Así es que si no tomamos pronto acciones, veremos eso replicado en nuestro país».

«Lo que tenemos que hacer –opinó el titular del Ministerio Público- es tomar el control territorial. Para eso se requiere de inversión en seguridad e, incluso, creo que la que tiene que tener todas las herramientas es la Fuerza Pública”.

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