Esta cifra es inferior al 1,8 por ciento registrado en marzo y representa la lectura más baja desde noviembre de 2019, de acuerdo con datos de LSEG.
Economistas encuestados por Reuters habían proyectado una inflación anual del 1,8 por ciento para abril, dentro del rango previsto por el banco central, que oscilaba entre el 1,3 por ciento y el 2,1 por ciento.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de la energía y los alimentos, se mantuvo en el 2,2 por ciento, igual que en marzo.
El banco central filipino reanudó su ciclo de flexibilización monetaria el mes pasado, con el recorte de su tasa de interés clave en 25 puntos básicos.
La entidad señaló que se esperan más reducciones graduales para ayudar a la economía a afrontar los desafíos globales.
La próxima reunión de política monetaria está programada para el 19 de junio.
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