Luego de la huelga de un día el martes de los choferes del transporte urbano y suburbano que desafió al ejecutivo y a las empresas del transporte, el Ministerio de Capital Humano, a través de la secretaría de Trabajo, optó por dictar la conciliación obligatoria durante 15 días ante el anuncio de la poderosa UOM de un cese total de actividades este miércoles 7.
Al igual que la Unión de Transviarios Argentinos, los metalúrgicos reclaman mejoras salariales en unas negociaciones estancadas, sin acuerdo a la vista, además de estabilidad laboral y mejores condiciones de trabajo.
Según lo dispuesto, la decisión gubernamental busca «promover una solución pacífica y legal al conflicto planteado» y «garantizar la paz social atendiendo a la necesidad pública de contrarrestar eventuales desbordes que pudieran suscitar las acciones de las partes».
La medida de fuerza que convocó la UOM es parte de un plan de lucha en reclamo de «paritarias libres» (negociaciones por contratos laborales) y en rechazo a las políticas «anti-industriales» del gobierno de Javier Milei.
El Congreso Nacional de Delegadas y Delegados Metalúrgicos 2025, celebrado en Mar del Plata el 3 de mayo pasado acordó impulsar ese plan de lucha sindical que tiene previsto seis paros escalonados comenzando por uno de 24 horas.
Las negociaciones paritarias se encuentran estancadas porque en la última audiencia, las patronales ofrecieron un incremento del 2 por ciento para abril y 1 por ciento para mayo y junio, oferta que la UOM rechazó de plano por considerarla insuficiente debido a que está por debajo de la inflación que sigue en aumento.
El secretario general de la UOM, Abel Furlán, fue muy duro con ese ofrecimiento y responsabilizó al Gobierno por la falta de acuerdo: «Nos dicen que en este contexto tenemos que privilegiar el trabajo por encima de perder salario», pero al final, afirmó: «Nos estamos quedamos sin salario y sin trabajo».
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