De acuerdo con la portavoz Mao Ning, Washington utiliza como pretexto cuestiones ideológicas y de seguridad nacional para justificar esta medida.
“Esta política viola los principios de libertad y apertura que Estados Unidos suele proclamar”, indicó.
En rueda de prensa regular, la vocera subrayó que tales acciones dañan la imagen internacional y la credibilidad de Estados Unidos.
Como parte de la ofensiva del Gobierno de Donald Trump contra la migración y la educación superior, el Departamento de Estado instruyó a las embajadas y consulados de Estados Unidos en el mundo a detener las nuevas citas para visas de estudiante.
El gobierno federal revocó numerosos visados para alumnos e intentó evitar que estudiantes extranjeros asistan a universidades como la de Harvard.
La administración Trump afirmó que revocará «enérgicamente» las visas de estudiantes chinos, en particular las de aquellos que supuestamente están vinculados al Partido Comunista o a campos de estudio sensibles.
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