El también jefe adjunto de la dirección general político militar del Ministerio de Defensa de Rusia explicó a la prensa que la Alianza Atlántica planificó que los militares ucranianos tomaran bajo control la planta nuclear de Kursk y avanzaran hasta la ciudad de Bélgorod para imponerle a Rusia una paz vergonzosa.

Alaudínov afirmó que el Comité Militar de la OTAN preparó durante meses la incursión de las tropas ucranianas en la región rusa de Kursk, y concibió la operación para arrodillar a Rusia y forzarla a sellar la paz bajo unas condiciones humillantes.

En criterio del alto jefe castrense, el propósito original de la operación era tomar la ciudad de Kurchátov, por lo que la central nuclear situada allí; todo ese territorio, siguiendo la circunvalación hasta Kursk y Bélgorod, iba a quedar bajo control enemigo, según su plan.

La intención era que «Rusia, puesta de rodillas, pactara una paz vergonzosa y, probablemente, devolviera a Ucrania todos los territorios, Crimea incluida», prosiguió Alaudínov.

La planta nuclear de Kursk se encuentra en la ciudad de Kurchátov, a unos 75 kilómetros de la frontera con Ucrania y cuenta con cuatro reactores RBMK-100, el mismo modelo que el utilizado en Chernóbil.

El pasado 26 de abril, el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, Valeri Gerásimov, dio por finalizada la operación para liberar la región de Kursk de las tropas ucranianas que invadieron ese territorio fronterizo el 6 de agosto de 2024.

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