En el acto de juramentación de la gobernadora del estado de Aragua, Joana Sánchez, el gobernante expresó: “Presidente Trump, desde el Samán de Güere, le envío un mensaje, no se deje envenenar más contra Venezuela, a usted lo envenenan todos los días con mentiras”.

Maduro aludió a la proclamación del mandatario estadounidense que limita la entrada a la nación norteña desde 12 países, entre ellos la República Bolivariana.
Apuntó que allí mienten cuando dicen que Venezuela no acepta a los migrantes y ¿cómo que no los aceptamos, Trump?, preguntó el dignatario bolivariano al decir “si los vamos a buscar con nuestros aviones”.
“Yo le hablo cara a cara para que le llegue el mensaje, porque “lo engaña uno y el otro como lo hicieron en su primer gobierno para envenenarlo contra el pueblo de Venezuela”, expresó.
El presidente venezolano dijo salir en defensa de la dignidad, del honor y la decencia del pueblo valiente de Venezuela y de la migración venezolana en Estados Unidos, “somos gente de bien, ya basta de campaña de descrédito, ya basta de mentira”, enfatizó.
Este jueves el Ministerio para Relaciones Exteriores condenó y rechazó de manera categórica en un comunicado la campaña de estigmatización y criminalización lanzada contra el pueblo venezolano por el Gobierno del país norteño.
Es un nuevo ataque que “restringe la emisión y validez de visas para ciudadanos venezolanos, sin justificación alguna y con evidentes fines políticos y de amedrentamiento”, indicó.
La nota denunció que esta operación fue impulsada por el actual secretario de Estado Marco Rubio, a quien identificó como “un funcionario marcado por su conocido odio hacia el pueblo y ha hecho de la agresión sistemática su política exterior”, contando con el respaldo de la ultraderecha nacional.
El Ejecutivo bolivariano reiteró su compromiso indeclinable con la defensa de los derechos e intereses de los venezolanos en cualquier parte del mundo, ante esta nueva ola de agresiones.
Reafirmó, asimismo, la alerta máxima de viaje a Estados Unidos, con la advertencia de que “ese país no garantiza hoy las condiciones mínimas de respeto, trato digno ni legalidad para nuestros ciudadanos”.
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