La Dirección Nacional de Seguridad Pública y Operaciones del Comando General de la PNA estuvo a cargo de la labor, que desde el pasado 18 de febrero retiró 31 mil 392 armas de guerra, 35 mil 388 cargadores y 214 mil 613 cartuchos que estaban en manos de empresas de seguridad y vigilancia.

El comisario jefe de esa dirección de la PNA, Lázaro Conceição, explicó a Jornal de Angola que la recolección coercitiva y la sustitución de armas de guerra por armas de defensa personal se llevó a cabo en dos mil 448 entidades de seguridad privada y 187 mil 106 dedicadas a la vigilancia y autoprotección.

Los artefactos recogidos fueron devueltos a las Fuerzas Armadas de Angola (FAA) y una parte permaneció en poder de la Policía.

Las armas de largo alcance en poder de civiles son un problema en Angola, de ahí que se lanzara la estrategia de la recolección coercitiva para obligar a las empresas a adquirir armas de autodefensa con un poder letal más limitado.

La acción también permite tener control sobre los artefactos importados para estos menesteres. De acuerdo con Conceição, unos 12 mil 771 ya están registrados, de las cuales 10 mil 54 ya vendieron a empresas de seguridad.

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