De esta forma el PP, que implícitamente tiene el apoyo de la ultraderecha de Vox, se pronunció por un debate monográfico para no esperar al 9 de julio, que es la fecha señalada por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, para comparecer en la Cámara Baja.
El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, adelantó la iniciativa en rueda de prensa, en la que pidió asimismo el respaldo de los socios del Partido Socialista del PSOE, para lograr que la idea sea adoptada en la Junta de Portavoces.
A partir de pronunciamientos oficiales en torno a la agenda de Sánchez, desde el Palacio de la Moncloa y en particular, el propio PSOE, se planteó la fecha del 9 de julio, lo que daría oportunidad al gobernante a reordenar sus tropas partidistas después de los recientes escándalos de corrupción.
Las descalificaciones de gente cercana a Sánchez como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fundadora del grupo Sumar, de Izquierda Unida y Esquerra Republicana de Cataluña, en los tres casos con matices, chocaron con las de un aliado del pasado reciente como Podemos, extremadamente crítico con el PSOE.
«Los casos de corrupción que cercan a su partido y a su Gobierno (…), requieren un análisis profundo» en el ámbito parlamentario, destacó Tellado.
Por esta razón, el PP solicitará una nueva reunión de la Junta de Portavoces esta misma noche, cuando finalice la sesión plenaria, con la intención de demandar un pleno monográfico con Pedro Sánchez el próximo jueves.
Los esfuerzos del líder de los socialistas del PSOE de España por atemperar los escándalos de corrupción siguen sin dar resultados con un aumento de la presión externa.
Así se lo expresó a Sánchez la vicepresidenta Yolanda Díaz, quien exigió medidas drásticas, entre ellas castigar a las empresas que se hayan prestado a actos de corrupción.
Igualmente, Díaz pidió al presidente del Gobierno acabar con los aforamientos, que muchas veces protegen a personas involucradas en tramas de dinero mal habido y otros hechos ilegales.
Sin ambages, la líder de Podemos, Ione Belarra, subrayó que nunca su partido apoyaría al conservador Partido Popular (PP) en una moción de censura contra el Ejecutivo de Sánchez, pero advirtió que se opondrá a todos los manejos que intenta el PSOE para seguir en el poder.
La dimisión el pasado jueves de Santos Cerdán, otrora número tres del PSOE, resultó el detonante para una crisis de imprevisibles consecuencias.
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE se niega a un adelanto electoral, como exige la derecha.
Las 490 páginas difundidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, son tan contundentes como reveladoras de una trama de corte mafioso para delinquir con dineros públicos, con papel preponderante del exministro socialista José Luis Abalos.
Cerdán renunció al cargo de secretario de Organización del PSOE y a su acta de diputado, tras el reporte de la UCO, según el cual pudo haber gestionado comisiones (mordidas) en adjudicaciones de obras públicas en favor de Ábalos y de su exasesor Koldo García.
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