Por medio de un comunicado difundido en el sitio web de Syria TV, el Consejo explicó que el país se enfrenta a la mayor ola de depredación de antigüedades de su historia moderna, en un contexto de falta de supervisión y una creciente demanda internacional de artículos de contrabando.

Las principales ciudades sirias están siendo testigos de la venta pública de dispositivos electrónicos utilizados en excavaciones ilegales, cuyos resultados se publican en redes sociales para la venta de antigüedades, indicó el comunicado.

Indicó que este mercado ya no es secreto, sino que se ha vuelto «abierto” y alimentado por redes locales y regionales de falsificación y complicidades.

El informe también explicó que existe un aumento significativo en la circulación de objetos falsificados, en particular monedas antiguas, lo que dificulta enormemente documentar el origen y la legitimidad de los artículos.

El Consejo también instó al gobierno sirio y a los países vecinos, como Líbano, Turkiye e Iraq, a reforzar los controles fronterizos y a cooperar para combatir el contrabando de artefactos sirios, y subrayó que este fenómeno amenaza directamente la identidad histórica y cultural de Siria.

El documento criticó el silencio de la comunidad internacional ante este creciente fenómeno, a pesar de las reiteradas advertencias a lo largo de los años.

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