Diseñado para afianzar a Luanda como una capital cultural panafricana y conectar a creadores del país y del continente, el evento es solo un paso en un propósito mayor, el de establecer un verdadero espacio para la valorización y el comercio del arte.
“Yo soy de los pocos que considera que hay un mercado local en crecimiento”, valoró el director general de la feria, Dominick A MaiaTanner, quien consideró que la apertura de nuevas galerías y la existencia de coleccionistas privados es una buena señal.
No obstante, añadió que faltan más espacios culturales y en particular acusó la ausencia en el país de un museo de arte moderno. “Es cierto que hace falta inversiones en salud, pero también en arte, el arte es identidad”, remarcó.
Tanner lamentó que las artes plásticas muchas veces son vistas del mismo modo que las obras de artesanía que suelen venderse en la Ilhia de Luanda y otros espacios turísticos, lo que provoca que las personas quieran comprar todo el arte por 500 dólares.
“Para transformar eso hay que trabajar de forma endógena”, insistió y mencionó la necesidad de educar en la apreciación de las artes visuales, de la curaduría y la crítica especializada.
Sobre el tema, Alexandra Gonçalves, de la galería The Art Affair,expresó que Angola debe y puede aspirar a tener eventos dedicados a las artes plásticas con el alcance y el reconocimiento de los que tienen actualmente Sudáfrica, Nigeria y Senegal.
Son países que han logrado establecer sus mercados, precisó, y agregó que en el caso angoleño hay algunas galerías, pero faltan espacios, como un museo, y también la visión sobre la necesidad de invertir en este ámbito.
“Las empresas deberían percatarse de que el arte no debería estar desligado de su responsabilidad social y que es una inversión necesaria que puede ser sostenible. Hacen falta inversiones en artistas, proyectos, en la industria que permite el montaje de exposiciones”, detalló.
Para Gonçalves, Angola tiene la creatividad, pero requiere de todo lo demás para llegar a exportar el arte y colocar al país en la ruta artística del continente.
“Tenemos que borrar la idea de que el arte es solo para las élites. Y en eso la feria puede ayudar, en el acercamiento a las personas, en la educación”, opinó Xavier Narciso, de la galería TamarGolan.
El experto consideró que la exposición a las obras de artistas diversos, el contacto, la apreciación y el aprendizaje son clave para que haya mayor valorización de las artes visuales angoleñas, pero también para el crecimiento de los artistas locales.
“¿Quiénes son las personas que frecuentan las galerías hoy?”, cuestionó y reflexionó que más allá de comprar, lo primero es apreciar lo verdaderamente valioso. “Cierto es que las personas que más compran arte son extranjeros, pero la apreciación no pasa por los recursos financieros”.
Al respecto, consideró que la responsabilidad social de las empresas en Angola no debería limitarse a la educación y la salud, y deberían considerar las inversiones en proyectos artísticos de diversa naturaleza.
Igualmente, llamó la atención sobre la visibilidad de la Facultad de Arte de la Universidad de Luanda, desconocida para muchos,y que es una oportunidad para especializarse sin salir del país.
(Tomado de 4ta Pared, suplemento cultural de Orbe)





