Por meses medios de prensa han dedicado titulares al mediático arresto y proceso de esta celebridad de la industria musical. Finalmente, luego de tres días de deliberaciones del jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, se produjo el veredicto dispar.

Combs, de 55 años y oriundo de Harlem, fue condenado por transportar personas por todo el país, incluidas sus novias y a trabajadores sexuales masculinos pagados, para participar en encuentros íntimos, considerado una violación grave de la Ley Mann federal (aprobada en 1910 con el objetivo de combatir el tráfico humano y la explotación de las mujeres).

Pero el jurado lo absolvió de los cargos de conspiración de crimen organizado y tráfico sexual, que lo habrían enfrentado a la posibilidad de cadena perpetua.

La fiscalía citó a 34 testigos desde el inicio del juicio a principios de mayo, incluyendo a dos exnovias de Combs que declararon sentirse obligadas a formar parte de esas orgías, aunque los abogados del artista argumentaron que todo fue consensuado.

Combs es uno de los productores y empresarios de más éxito en la historia del hip-hop, ganador de cuatro Premios Grammy, contribuyó a que artistas como Notorious B.I.G. y Mary J. Blige pasaran a ser nombres conocidos.

Bajo el nombre de Puff Daddy, consiguió un éxito propio en 1997 con I’ll Be Missing You, pero la música fue solo una parte de lo que se convirtió en un imperio polifacético, pues entró en el negocio de la moda en 1998 con su línea Sean John. Además, su show de telerrealidad de MTV, Making the Band, lo hizo habitual ante las cámaras en la década de 2000.

Combs, que cuenta entre sus exparejas a la estrella del pop Jennifer López, también fundó una empresa de medios de comunicación, Revolt, y promocionó la popular marca de vodka Ciroq mediante un acuerdo con el gigante de los licores Diageo, reseñó en mayo el diario The New York Times.

Lamentablemente junto con esa incesante carrera hacia las nubes en el mundo profesional y de los negocios se asociaron acusaciones durante mucho tiempo de violencia o mala conducta, pero evitó en gran medida las consecuencias serias a medida que ascendía su carrera.

Los reportes señalan que este resultado fue la mejor alternativa a una absolución total. Ahora lo que sigue es la audiencia de sentencia. Podría encarar hasta 20 años en prisión, si se aplicara la máxima por los delitos por los cuales es culpable.

El presidente Donald Trump no descartó una eventual clemencia a Combs. “Nadie me lo ha pedido todavía. Sé que hay muchas personas interesadas en ello. Pero hasta el momento nadie me ha llamado para que lo perdone”, respondió cuando le preguntaron alguna vez sobre el tema.

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