Según explicó en rueda prensa, el trámite de extradición pasará al presidente ecuatoriano Daniel Noboa, quien tiene que autorizar su traslado y disponer las coordinaciones con las autoridades estadounidenses.
La semana pasada se realizó la audiencia de extradición de Fito, quien aceptó ser procesado en el país norteamericano por las acusaciones de conspiración para el tráfico de cocaína a nivel internacional, uso de armas de fuego para fines de narcotráfico, y otros cargos.
“Con la satisfacción del deber cumplido” tomó el gobierno de Noboa esa aceptación de extradición, según comentó Jaramillo, quien aseguró que el Ejecutivo le dará todas las garantías de seguridad.
En estos momentos, el narcotraficante se encuentra detenido en la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, tras ser recapturado en un operativo el pasado 25 de junio en la provincia de Manabí donde tenía un búnker para esconderse luego de su fuga en enero de 2024.
El ministro del Interior, John Reimberg, afirmó en entrevista al medio digital La Posta que su extradición podría concretarse en menos de 15 días.
Aunque han circulado versiones contradictorias sobre la captura del líder delincuencial, Reimberg aseguró que el operativo fue un proceso extenso, planificado durante varias semanas.
La extradición de ecuatorianos hacia otros países estaba prohibida por la Constitución de esta nación sudamericana, pero desde mayo de 2024 es posible, ya que más del 64 por ciento de los ciudadanos aprobaron la reforma en una consulta popular.
De concretarse, Fito sería el primer narcotraficante ecuatoriano extraditado y ese procedimiento abriría un precedente en el país, donde operan alrededor de una docena de bandas delictivas.
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