Ello sucede pese a un acuerdo entre los gobiernos de Ruanda y el Congo con la intermediación de Estados Unidos hace casi tres semanas, que estipulaba el desarme de los grupos irregulares.

También luego de la llegada de 200 militares uruguayos para iniciar el relevo de los más de 600 cuyo retorno está dilatado hace casi medio año debido a la peligrosa situación militar en torno a la ciudad de Goma, ocupada por el M23 en el este del país africano.

El contingente uruguayo no ha podido ingresar a territorio congoleño y está desde el pasado 5 de julio en un campo de tránsito de Naciones Unidas en el lado ugandés.

Fuentes militares dijeron aquí que los uniformados sudamericanos se encuentran en buenas condiciones y confían en un pronto tránsito hacia la RDC.

En enero pasado el Batallón Uruguay IV bajo misión de la ONU sufrió la muerte de un soldado y otro recibió heridas graves en un ataque atribuido al M23, que ese día ocupó la ciudad de Goma.

Otro militar uruguayo, que se había recuperado de lesiones, murió posteriormente de un infarto cardíaco.

Desde entonces varios de los integrantes del referido contingente regresaron a su país por su cuenta.

A principios de mes 200 efectivos retornaron a Uruguay en viaje coordinado por ONU. Su reemplazo espera en Uganda a que fructifiquen las negociaciones para su entrada en la RDC.

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