El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, afirmó que han distribuido 19 millones de litros del líquido vital para los 400 mil afectados desde que un ducto clave quedó bajo el lodo hace una semana en las faldas del volcán Antisana, a 50 kilómetros al sureste de la urbe.

Muñoz señaló que este jueves arrancó la instalación de la nueva tubería en el sistema La Mica – Quito Sur fabricada con Polietileno de Alta Densidad (PDA).

Los trabajos de rehabilitación se ejecutan en condiciones climáticas extremas, a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar y han requerido el movimiento de aproximadamente 180 mil metros cúbicos de tierra.

El objetivo, según indicó el alcalde, es que este domingo 20 de julio comience nuevamente a fluir el agua hacia los sistemas de distribución que abastecen a los barrios del sur de Quito.

Mientras eso ocurre, los pobladores hacen fila con baldes, botellas, contenedores y hasta cestos de basura para esperar los camiones cisternas que distribuyen el agua.

La vida diaria de los residentes en seis barrios de la urbe se ha visto seriamente afectada, mientras el Municipio y el Gobierno nacional mantienen una pugna en el reparto de sus responsabilidades en la crisis.

El Ejecutivo encargó a la vicepresidenta, María José Pinto, atender las acciones para el abastecimiento y distribución de ayuda a la población afectada y anunció la instalación de tres plantas portátiles de potabilización del agua con el apoyo de la Cruz Roja.

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