De acuerdo con la información difundida, la delegación siria estuvo conformada por funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Servicio de Inteligencia, quienes abordaron con sus homólogos israelíes los recientes acontecimientos en el sur del país árabe, con énfasis en la provincia de Sweida.

La parte siria reafirmó durante el diálogo su compromiso con la unidad, soberanía e integridad territorial del país, principios que consideró “no negociables”.

Según la fuente, el encuentro no derivó en acuerdos concretos, al tratarse de una fase inicial de consultas orientadas a reducir tensiones y reabrir canales de comunicación, en un contexto marcado por la escalada sionista contra territorio sirio desde diciembre de 2024.

El diálogo, calificado de “franco y responsable”, puso de relieve los esfuerzos del pueblo sirio, en coordinación con sus instituciones estatales, por reconstruir lo devastado durante la guerra, así como su rechazo a ser arrastrado a proyectos que amenacen la unidad nacional.

Los delegados sirios subrayaron que Sweida forma parte integral del Estado sirio, y denunciaron los intentos de instrumentalizar a sectores de la sociedad con fines divisionistas o para instaurar entidades paralelas que alimenten conflictos sectarios.

En ese sentido, reafirmaron su rechazo categórico a toda presencia extranjera ilegal en territorio sirio y responsabilizaron a Israel por la reciente escalada militar, al advertir que sus acciones amenazan la estabilidad regional.

Asimismo, dejaron claro que Damasco no aceptará imposiciones ni cambios de facto sobre el terreno, y exigieron la retirada inmediata de las fuerzas israelíes de posiciones ocupadas recientemente. También se discutió la posibilidad de reactivar el acuerdo de separación de fuerzas de 1974, bajo garantías internacionales.

Medios citaron además a una fuente diplomática que reveló un inédito encuentro entre el canciller sirio Asaad Al-Shaibani y el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, mientras que el enviado estadounidense Tom Barrack confirmó que se abordaron mecanismos para distender la situación en Siria.

Israel ha intensificado en semanas recientes sus operaciones militares, bajo el argumento de proteger a la comunidad drusa, presente tanto en Siria como en los territorios ocupados. No obstante, analistas coinciden en que tales acciones responden a una ofensiva más amplia que incluyó bombardeos contra instalaciones del Ministerio de Defensa y del Palacio Presidencial en Damasco.

El presidente transicional sirio, Ahmad Al-Shara, ha denunciado en reiteradas ocasiones que las agresiones de Tel Aviv buscan sembrar el caos y la división interna, y obstaculizar la reconstrucción del país.

“Israel persiste en sus intentos de transformar Siria en un escenario de caos prolongado, con el objetivo de socavar la unidad nacional y obstaculizar los esfuerzos de recuperación”, advirtió recientemente el mandatario.

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