De acuerdo con el portavoz de la Cancillería Guo Jiakun, en los últimos tiempos aquella nación «ha ampliado de forma arbitraria el concepto de seguridad nacional, sometiendo a múltiples estudiantes y científicos chinos a interrogatorios, detenciones y procesos judiciales bajo acusaciones infundadas».
Estas acciones, afirmó, vulneran gravemente los derechos legítimos de ciudadanos chinos y obstaculizan el intercambio humano y académico entre ambos países, especialmente en el ámbito educativo.
El portavoz insistió en que estas medidas de carácter político y discriminatorio afectan no solo a las personas perjudicadas, sino también a la imagen y reputación internacional de Estados Unidos.
Guo reiteró el llamado a Washington para que cese las prácticas de presunción de culpabilidad y el uso político del aparato judicial.
También insistió en que Estaddos Unidos deje de realizar una aplicación selectiva de la ley contra estudiantes y académicos chinos.
El portavoz afirmó que el gigante asiático continuará en la defensa firma de los derechos e intereses legítimos de sus ciudadanos en el extranjero.
Al mismo tiempo, exhortó a los estudiantes y académicos chinos en Estados Unidos a estar alerta frente a posibles riesgos.
Beijing protestó recientemente ante el plan norteamericano de revocar visas a alumnos provenientes del gigante asiático, lo cual calificó también como una acción política y discriminatoria.
La administración Trump afirmó que cancelará «enérgicamente» las visas de estudiantes chinos, en particular las de aquellos que supuestamente están vinculados al Partido Comunista o a campos de estudio sensibles.
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