El medio indicó que durante una reunión sostenida en Moscú la capital rusa, ambos cancilleres reafirmaron su voluntad de profundizar los vínculos estratégicos, así como de fortalecer la coordinación en distintos ámbitos, en especial el económico y diplomático.

Al término del encuentro, el canciller sirio declaró que su país desea forjar una “relación sólida y saludable con Rusia”, basada en la cooperación, el respeto mutuo y el entendimiento entre pueblos históricamente hermanados.

“Damasco desea que Moscú sea un socio clave en su futuro”, subrayó.

Al-Shaibani confirmó, además, el establecimiento de un comité ministerial conjunto encargado de revisar y reactivar los acuerdos previamente firmados entre ambas naciones.

A su juicio, “las relaciones entre Siria y Rusia se encuentran en un punto de inflexión histórico crucial”.

“Hemos percibido una gran apertura por parte de nuestros socios rusos y confiamos en que esta relación se convertirá pronto en una asociación estratégica de referencia”, añadió el jefe de la diplomacia siria.

Por su parte, Lavrov reiteró el compromiso de Moscú con la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Siria, y resaltó el papel de las autoridades sirias en la protección de las misiones diplomáticas rusas en ese país.

“Nos oponemos categóricamente a los intentos de convertir el territorio sirio en escenario de rivalidades geopolíticas ajenas a los intereses del pueblo sirio”, afirmó Lavrov, al tiempo que elogió las iniciativas del presidente Ahmad Al-Sharaa, orientadas a superar la crisis.

En conferencia de prensa conjunta, Lavrov anunció que ambas partes acordaron la conformación de un comité económico bilateral, con un representante designado por Moscú, para evaluar vías de cooperación mutuamente beneficiosas. “Rusia participará activamente en la recuperación económica de Siria”, enfatizó.

El canciller ruso también saludó la decisión de levantar las sanciones impuestas por Estados Unidos contra Siria, calificándola como “un paso en la dirección correcta”. “Estas sanciones afectaban directamente al pueblo sirio y no a sus autoridades. Su eliminación es una necesidad moral y humanitaria”, apuntó.

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