“Basta ya de seguir generando incertidumbre, no le roben el derecho al pueblo y el respeto que se merece para decidir quién conducirá este país”, manifestó la mandataria, en obvia alusión a sectores políticos y económicos que pretenden crear desasosiego en torno a la celebración de los comicios.

Durante un acto público para entregar más de mil títulos de propiedad, Castro afirmó que como presidenta y comandante general de las Fuerzas Armadas de Honduras certifica unas elecciones libres, pacíficas, transparentes y respetuosas de la voluntad popular.

Instó a la clase política a respetar la voluntad del pueblo en las urnas y a dejar de infundir desconfianza y temor en la ciudadanía.

En los últimos días, la jefa de Estado abordó en sus comparecencias la crisis institucional que atraviesa el Consejo Nacional Electoral (CNE), debido a disputas internas sobre el mecanismo de transmisión de resultados preliminares (TREP) a utilizarse en la venidera contienda.

Los derechistas partidos Liberal (PL) y Nacional (PN) y el oficialista Libertad y Refundación (Libre) discrepan sobre el sistema TREP.

El consejero de Libre en el CNE, Marlon Ochoa, denunció públicamente la introducción de una enmienda a último momento en los pliegos de condiciones para la contratación del mecanismo de transmisión de resultados.

Según Ochoa, los cambios introducidos al TREP por las consejeras del PL y del PN, con la incorporación de una verificación humana previo a la divulgación de los resultados de los comicios, es un intento de reproducir esquemas fraudulentos utilizados en las generales de 2013 y 2017.

La mandataria hondureña denunció que en 2017 no solo hubo fraude, sino además una reelección ilegal, en referencia al segundo mandato de su predecesor Juan Orlando Hernández (2014-2022), condenado a 45 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico.

Recordó, incluso, que la Organización de Estados Americanos recomendó entonces una repetición de las elecciones.

Castro rechazó las intenciones del bipartidismo, encarnado por nacionalistas y liberales, de volver a prácticas fraudulentas del pasado.

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