En la World Aquatics Championships Arena la despedida será por lo alto, con pruebas como los 400 metros combinados y los siempre espectaculares relevos, que podrían inclinar el medallero hacia una u otra de las dos grandes potencias en la disciplina: Estados Unidos y Australia.

McIntosh, una ondina que con apenas 18 años ya acumula tres oros olímpicos y siete mundiales, saldrá en los 400 estilos con la etiqueta de amplia favorita para sacar su cuarta medalla dorada de la piscina en Singapur.

La canadiense vino al certamen con un objetivo supremo, igualar la hazaña del gran Michael Phelps en Melbourne 2007 de conquistar cinco títulos individuales en un mismo mundial, meta que se esfumó ayer con su bronce en los 800, evento dominado por la legendaria Katie Ledecky.

No obstante, alcanzar cuatro coronas no es cualquier cosa, así que McIntosh casi seguro saldrá de aquí con la etiqueta de reina de la competición y con la posibilidad de alcanzar a Phelps en encuentros por venir.

Otro es el caso del monstruo Marchand, tetracampeón olímpico de París 2024, quien decidió solo presentarse en las pruebas combinadas.

El nativo de Toulouse y 23 años ya subió a lo más alto del podio en los 200 estilos, destrozando el récord mundial de Ryan Lochte, que databa de 2011, y esta noche solo un milagro impedirá su medalla de oro en los 400.

Marchand conseguiría así su séptima corona en mundiales para ratificarse como el tritón del momento.

También hoy saltarán a la piscina las estelares nadadoras Gretchen Walsh (Estados Unidos), quien ya logró dos doradas en Singapur, y la ilustre veterana Ruta Meilutyte (Lituania), favorita para dominar por cuarta ocasión en un mundial los 50 braza.

El cierre será con los dos relevos 4X100 combinados, en un certamen que muestra una batalla por la cima del medallero bien interesante, con Estados Unidos que tiene ocho títulos y Australia siete, reeditando el duelo en la tabla de la natación de París 2024.

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