Con retórica agresiva, volvió a banalizar el histórico grito de los argentinos contra la dictadura militar y por los derechos humanos de «Nunca más», al proferir «Kirchnerismo nunca más» que de hecho la ha convertido en la única propuesta de su campaña.

La manipulación de esa frase, sufrió un fuerte repudio de parte de los sectores de la oposición por ser la que se empleó en el informe presentado para los juicios a los responsables de la desaparición de personas durante la última dictadura cívico-militar.

Asoció a los peronistas con el drama del fentanilo contaminado que ha ocasionado casi 100 muertes en Argentina; voceó improperios contra el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, la principal figura política en la provincia, y llamó a sus rivales «zombis, termos y cabezas pulpo».

Fue incluso más allá, al clamar que los electores del peronismo «han sido infectados con parásitos mentales» y soltó que el frente Fuerza Patria (del Partido Justicialista) «nos quiere llevar a Cuba, a Venezuela».

Empero, le faltaron propuestas reales sobre cómo sacar al país de la crisis y mejorar la vida de los argentinos, señalaron varios conductores de programas televisivos una vez terminado el acto.

La Libertad Avanza, ahora aliada al PRO, transportó a sus militantes en ómnibus climatizados desde diversos puntos del conurbano para llenar el polideportivo techado Atenas de La Plata con capacidad para unas seis mil personas.

Allí presentó a los candidatos escogidos para encabezar las listas de las ocho secciones electorales de PBA a quienes llamó «Los 8 Indestructibles» quienes aparecen con él a la cabeza en un afiche que casi es una copia fiel al de la película de Silvestre Stallone «Los mercenarios» (o indestructibles).

Entre los aspirantes líderes de listas están el controversial excomisario policial Maximiliano Bondarenko, el macrista Guillermo Montenegro y Francisco Adorni, hermano del vocero presidencial, sobre quienes dijo que «devorarán al kirchnerismo».

En la otra cara de la moneda política, el gobernador Kicillof aprovechó el día para desarrollar una agenda de gestión en el territorio de la capital provincial con intendentes de su Movimiento Derecho al Futuro.

Kicillof dijo en una de las paradas que el ejecutivo nacional le debe a la provincia más de 12 billones de pesos. Criticó al presidente por quejarse de que «no hay plata» cuando en realidad sí la hay –aseguro- pero no «para quienes más la necesitan, los jubilados, discapacitados, universitarios».

«Ha ido 25 veces al exterior y ni una vez a una escuela pública. Creo que tiene problemas para explicar las consecuencias de lo que pasa por la política económica», remató el gobernador bonaerense.

Kicillof volvió a marcar la diferencia con el mandatario y en un acto pidió «defender las escuelas, los hospitales y las fuentes de trabajo», y acentuó: «Con todo lo que insultó, tiene que pedir mucho perdón; alguien le habrá dicho que no garpa insultar, pero él sigue creyendo en el desprecio y la violencia verbal».

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