Más de 50 equipos especializados participan en las labores de extinción, empleando camiones cisterna, vehículos todoterreno y excavadoras para abrir caminos y líneas cortafuegos que permitan frenar el avance de las llamas.

Refuerzos procedentes de las provincias de Homs, Alepo, Idlib, Damasco y Deraa se sumaron a las tareas en el terreno.
En la provincia costera de Latakia, las llamas arrasaron extensas áreas boscosas, interrumpieron el tránsito en la carretera entre Kasab y Thalma, y afectaron la vía sur cercana al cruce de Kasab con Turkiye.
La labor de los bomberos se ve obstaculizada por explosiones de municiones remanentes de la guerra, que dificultan el acceso a los focos más peligrosos.
Las llamas alcanzaron viviendas en las inmediaciones de Kasab, mientras el terreno montañoso y los fuertes vientos complican el trabajo de las brigadas.
En la gobernación de Hama, el comandante de operaciones de la Defensa Civil, Tariq Al-Ramadan, confirmó que los incendios continúan por sexto día consecutivo en las zonas rurales occidentales, y afectaron aldeas como Mardash, Tahoun Al-Halawa y Abu Kleifon.
Según el ministro de Emergencias y Gestión de Desastres, Raed Al-Saleh, se logró detener la propagación del fuego en Ain al-Krum, Tahounet Halawa y Abu Kleifon, aunque persisten focos activos en las montañas.

Al-Saleh resaltó que se utilizan técnicas de extinción directa y aislamiento con materiales especializados, que han demostrado su eficacia. Sin embargo, advirtió que los fuertes vientos, las altas temperaturas y la falta de cortafuegos favorecen la expansión del fuego, mientras el terreno escarpado impide el acceso de los vehículos.
A principios de julio pasado, Siria enfrentó incendios forestales en la provincia de Latakia, que causaron la quema de más de 15 mil hectáreas.
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