Así lo destaca hoy en un estudio del nutricionista y catedrático de Ciencias
del Deporte de la Universidad Europea, Vicente Javier Clemente, quien recordó la trascendencia de de una alimentación equilibrada como pilar fundamental para conservar la vitalidad.
Según el profesor Clemente, comer bien y hacer ejercicios físicos son condiciones indispensables que ayudan a deterioros significativos, prevenir caídas y mantener la independencia funcional en la tercera edad.
Al profundizar en sus criterios, recordó que uno de los principales riesgos asociados al envejecimiento es la sarcopenia, la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular.
“Si no se presta atención a la dieta y al ejercicio, esta(sarcopenia) puede iniciarse desde los 50 años y dificultar tareas cotidianas como subir escaleras o cargar bolsas”, explicó.
Para contrarrestar estos efectos,
Clemente se apuntó también a los numerosos expertos y científicos que recomiendan la denominada dieta mediterránea. Abundancia de frutas, verduras, proteínas de calidad,
cereales integrales y grasas saludables los considera alimentos esenciales.
En sus investigaciones, se percató que muchas personas en edad avanzada consumen poca agua, no comen muchas proteínas y si demasiados alimentos ultraprocesados.
Mantener una correcta hidratación del cuerpo es bastante relevante y puede suponer una notable mejoría, junto con incluir proteínas en cada comida y aumentar la ingesta de alimentos frescos.
Entre sus consejos, el catedrático de la Universidad Europea, que tiene sedes en España en Islas Canarias, Madrid y Valencia, señaló que consumir a lo largo de las comidas diarias y meriendas entre 84 y 105 gramos para una persona de 70 kilos de peso, es lo ideal.
Sin embargo, no basta solo con comer bien, según el experto, sino acompañarlo con actividad física regular, que ayuda a preservar la masa muscular y la movilidad.
Variedad y buena presentación, además de en lo posible evitar comer en soledad, son otros consejos del profesor Clemente.
. “La compañía y una presentación atractiva del plato son tan importantes como los nutrientes que contiene”, precisó, para luego agregar que en situaciones de pérdida de apetito, se deben preparar raciones pequeñas pero densas en nutrientes, con huevo, queso, frutos secos o aceite de oliva.
También batidos caseros, purés o tortillas, que son opciones fáciles de consumir y muy nutritivas.
El estudio igualmente abordó los casos de personas de la tercera edad con padecimientos como la diabetes, insuficiencia renal y otras, para los cuales existen dietas específicas, siempre bajo supervisión médica.
“Comer bien nos da energía, mejora el ánimo y contribuye a que las personas mayores se sientan acompañadas y activas”, concluyó.
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