De acuerdo con el mandatario balcánico, bajo su liderazgo, la nación mantendrá su rumbo hacia la integración europea.
Serbia continuará comprometida con la realización de las reformas necesarias para ese fin, declaró.
Vučić fundamentó este objetivo al afirmar que el lugar de Serbia está en la UE, reafirmando así el carácter prioritario de las negociaciones de adhesión para su gobierno.
Respecto a las relaciones internacionales, el jefe de Estado serbio destacó que mantiene una relación correcta con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y expresó que el líder de la Federación de Rusia está dispuesto a finalizar el conflicto en Ucrania mediante un acuerdo.
Ofreció además a Belgrado como sede potencial para eventuales negociaciones de paz.
Serbia puede brindar una buena hospitalidad y un lugar muy seguro para ambos, afirmó.
Analistas políticos señalan que esta declaración ocurre en un contexto de apoyo ciudadano decreciente hacia la eurointegración.
Encuestas recientes reflejan que solo 46 por ciento de la población aprueba el proceso, mientras que 44 por ciento se opone.
Mientras, expertos añaden que el escepticismo crece debido a la lentitud de las negociaciones y a las presiones de la UE para que Serbia reconozca la independencia de Kosovo, condición inaceptable para Belgrado.
El camino hacia la comunidad se presenta complejo, con obstáculos políticos que requieren delicados equilibrios diplomáticos por parte de las autoridades serbias.
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