El movimiento telúrico, ocurrido en la noche del domingo, tuvo su epicentro en el límite entre Kunar y Nangarhar, a una profundidad de ocho kilómetros, y fue seguido de al menos dos réplicas de 5.2.
Unicef informó que sus integrantes se encuentran sobre el terreno en las zonas afectadas y colaboran estrechamente con socios locales y organismos de la ONU para responder rápidamente a las necesidades existentes.
Además de realizar evaluaciones conjuntas para determinar el alcance total de los efectos, damos prioridad a las intervenciones inmediatas que salvan las vidas de los niños y sus familias, como el despliegue de equipos sanitarios móviles para prestar primeros auxilios y atención inmediata a los heridos, precisó ese ente.
Además, indicó que brinda apoyo a centros de salud de las provincias de Nangarhar y Kunar, pues los hospitales se enfrentan a una presión cada vez mayor.
También enviamos suministros esenciales como medicamentos, artículos de higiene, ropa de abrigo, zapatos y mantas, utensilios de cocina, así como tiendas de campaña y lonas para quienes perdieron sus hogares. Seguimos en coordinación con los socios locales y las comunidades, añadió.
Según medios de prensa, más de cinco mil viviendas quedaron destruidas, los rescatistas tratan de acceder a varias aldeas aisladas y se desconoce la cifra real de personas atrapadas bajo los escombros.
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