«Por ahora, probablemente sea más apropiado hablar de una pausa», dijo Peskov a los periodistas, a la par que subrayó que Rusia mantiene su disposición a continuar buscando por la vía del diálogo una solución pacífica al conflicto en Ucrania.

Peskov pidió no hacerse ilusiones ni esperar resultados rápidos del proceso de negociación sobre Ucrania.

Quiero recordar las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien también dijo que al principio pensó que sería posible resolver todo en un momento, pero luego se dio cuenta de que se necesitaría más tiempo para ello, comentó.

También destacó que no es ningún secreto que los europeos están obstaculizando el proceso de la normalización.

El 16 de mayo, las delegaciones de Rusia y Ucrania retomaron el diálogo directo en la ciudad turca de Estambul, por primera vez en más de tres años. Desde entonces se celebraron dos rondas más del proceso negociador cuyos resultados más tangibles fueron los intercambios de prisioneros de guerra y la repatriación de miles de cuerpos de combatientes caídos.

El pasado 18 de agosto, el presidente de Estados Unidos, Donald, Trump publicó en su plataforma Truth Social que llamó al líder ruso y comenzó a organizar un encuentro entre los líderes de Rusia y Ucrania, en un lugar por determinar.

A la conversación telefónica le precedió el 15 de agosto una cumbre ruso-estadounidense en Anchorage, Alaska, y la reunión de Trump con el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski y varios líderes europeos que viajaron a la Casa Blanca para apoyar al ucraniano.

A juicio del presidente ruso, Vladímir Putin, Moscú sería la sede óptima para su eventual encuentro con Zelenski. El canciller ruso, Serguéi Lavrov, insistió a su vez en que la reunión al máximo nivel, independientemente de cuándo se celebre, debe estar bien preparada.

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