Señala que aunque los árboles urbanos suelen considerarse aliados naturales para combatir las olas de calor estivales, su contribución real a la refrigeración del entorno depende en gran medida de la humedad del suelo.
Otro hallazgo de esta investigación del instituto suizo y ETH de Zúrich fue que la sombra es un mecanismo de enfriamiento fundamental para el confort térmico, lo que hace que los árboles sean más eficaces que los arbustos y el césped irrigado para combatir olas de calor.
Los investigadores señalan que plantar árboles no es suficiente; también es necesario regarlos, especialmente en lugares donde pueden tener el mayor impacto refrescante.
Además recomiendan una mayor investigación sobre factores como las especies de árboles, edad de estos y el tipo de suelo para comprender mejor y optimizar el potencial refrescante del verde urbano.
El estudio indica que incluso con riego y una planificación estratégica de la plantación de árboles, estos por sí solos no pueden contrarrestar completamente el estrés térmico durante los días extremos de verano. mem/dla





