Durante la sesión del 80mo período de sesiones de la Asamblea General, el jefe colombiano de Estado calificó a los cercos financieros como los detonantes de los procesos migratorios que experimentan países de escasos recursos.

“La migración no es sino el producto del bloqueo a los países más pobres como Iraq o Irán o Cuba o Venezuela. El bloqueo económico no es más que un genocidio”, sentenció.

El mandatario afirmó que la migración, a la que definió como la excusa para que una clase rica, clasista y blanca se crea superior, se usa actualmente para ganar votos.

Argumentó que, bajo ese discurso, Estados Unidos “aplaude a su nuevo Hitler” y no escucha a más nadie.

“Hoy hacen lo mismo que Hitler, construyen campos de concentración para migrantes y colectivizan culpas y los llaman terroristas, ladrones y narcotraficantes”, manifestó.

También se refirió a la necesidad de cambiar el enfoque empleado hasta el momento para revertir los efectos de la crisis climática que, según consideró, es asimismo otra de las causas del actual desplazamiento humano.

Con respecto al tema, consideró que el gobernante más poderoso del mundo no cree en la ciencia.

“Eso se llama irracionalismo y hoy de irracionalismo se está llenando Estados Unidos”, exclamó.

Reveló que la crisis climática implica priorizar en los presupuestos públicos cuestiones asociadas a la descarbonización, la aplicación de una política financiera diferente y la abolición de la prima de riesgo por la banca internacional.

“¿Quién dijo que son riesgosos los países que absorbemos el dióxido de carbono del Norte?”, cuestionó.

También pidió condonar los adeudos de las naciones más pobres, y cambiar el pago de deuda externa por la ejecución de acciones que mitiguen la crisis climática.

“El neoliberalismo estaba equivocado desde el principio y llevamos 50 años llevando por caminos erráticos a nuestros países”, aseveró.

Petro consideró que el mercado es incapaz de solucionar la crisis climática porque es el causante de su aparición.

“Fue el capital, que es una relación desigual entre el dueño y el asalariado que tiene que producir cada vez más cosas con el consiguiente aumento del carbón y del petróleo”, alertó.

Opinó que es una revolución mundial de los pueblos lo que se necesita para abandonar la crisis climática y que no se convierta en colapso. Apuntó que el socialismo de Estado debe volverse una práctica global.

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