En declaraciones a Prensa Latina, Orsini se refirió en particular al discurso del presidente João Lourenço en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas, que representa un llamado a la conciencia y una marca de la hermandad profunda que existe entre las dos naciones, consideró.

Significó que al ser Lourenço el presidente en ejercicio de la Unión Africana, sus palabras son una alerta para el continente y para el mundo, porque lo que está en peligro hoy es la humanidad, no sólo un país.

El pronunciamiento del presidente es un grito que se suma a muchos de los discursos que dieron nuestros presidentes latinoamericanos por la defensa de la vida, por la defensa de la humanidad, que es lo que está en juego en este momento de nuestra historia, sostuvo.

El mandatario angoleño, al intervenir ante la Asamblea General de la ONU, afirmó que las medidas coercitivas, como las aplicadas a Venezuela, no producen otro resultado que el sufrimiento de las poblaciones, y catalogó esta política como “incompatible con los estándares de convivencia global mínimamente aceptables”.

La diputada venezolana Lídice Altuve, vicepresidenta del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos, también agradeció las muestras de solidaridad recibidas durante su estancia en tierra angoleña.

Altuve, quien concluyó este miércoles una visita al país invitada por la Liga Angoleña de Amistad, Solidaridad y Paz (Laasp), comentó que cada encuentro, tanto con representantes de organizaciones políticas y gubernamentales, como de la sociedad civil, estuvo marcado por las muestras de afecto.

En particular resaltó la reunión con integrantes del Comité Angoleño de Solidaridad con la Venezuela Bolivariana (Casoveb), que se han movilizado en apoyo a su país en diferentes momentos, y también el Taller de Geopolítica de Paz, porque permitió acercarse más a la realidad global y abogar por la defensa de ese bien común.

La diputada denunció la “terrible y criminal agresión del Gobierno de Estados Unidos al pueblo venezolano”, que desde hace 15 días vive una escalada de la amenaza militar bajo la mentira de que el país es soporte del narcotráfico internacional.

Significó que Washington lleva 26 años intentando un cambio de régimen en Venezuela con la mira no solo en las reservas petroleras del país, sino también con el propósito de aplastar un modelo de justicia social que se viene desarrollando y perfeccionando.

Apuntó que ningún organismo internacional, ni siquiera la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA) tiene informes que involucren al país con el narcotráfico, y por el contrario existen muchas evidencias del enfrentamiento a este flagelo.

Se trata de una narrativa engañosa que incluso criminalizó la migración venezolana y hoy pretende justificar una agresión militar, precisó.

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