Los solidarios hicieron su declaración tras el cierre total de las panaderías locales debido a la aguda escasez del producto.

El texto fue difundido por el activista Majd Abazid, oriundo de la provincia vecina de Deraa, quien rechazó el uso del hambre como arma y defendió la dignidad humana como derecho inalienable.

El comunicado exigió mantener a la población civil al margen del conflicto político y alertó sobre las condiciones humanitarias en la región, donde Sweida lleva tres días consecutivos sin pan ni harina.

Asimismo, hizo un llamado urgente a las autoridades para evitar una catástrofe alimentaria. No queremos que nuestro pueblo muera de hambre ni sufra más daños, concluyó el texto.

Por su parte, el gobernador de Sweida, Mustafa Al-Bakour, reconoció en declaraciones a Syria TV, que la crisis se debe a la interrupción de las comunicaciones entre las autoridades locales y Damasco.

Según indicó, los organismos estatales están dispuestos a enviar suministros de trigo y harina, pero no cuentan con una autoridad local que gestione la distribución. El problema radica en la negativa de las instituciones locales a coordinar con Damasco. Esto ha paralizado el flujo de harina a las panaderías, señaló Al-Bakour, quien además denunció irregularidades en la distribución de ayuda, incluyendo la reventa de productos en el mercado negro.

El gobernador responsabilizó a los actores locales por la profundización de la crisis alimentaria.

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