En un comunicado, la agrupación afirmó que las fuerzas navales de Tel Aviv abordaron 15 barcos que integraban la flotilla, entre ellos el Sirius, Alma, Spectre, Hugh I, Deir Yassin I y Grande Blue, y procedieron al arresto de los cooperantes turcos a bordo.

La organización calificó el operativo como una “incursión ilegal” y una grave violación del derecho internacional, y enfatizó que la flotilla tenía fines exclusivamente humanitarios y se dirigía a Gaza con ayuda para la población civil.

La agresión fue confirmada por el Comité Internacional para Romper el Asedio de Gaza, que señaló que al menos 10 buques de guerra israelíes participaron en la acción, la cual fue considerada por los activistas como un “crimen de guerra”.

Asimismo, la Flotilla de la Firmeza, iniciativa global que busca romper el cerco marítimo impuesto a Gaza desde hace casi dos décadas, emitió una llamada de socorro durante la noche del miércoles, y alertó de la agresión mientras navegaban en aguas internacionales.

Diversas organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, condenaron el asalto y exigieron garantías para la seguridad de los activistas. Por su parte, Naciones Unidas reiteró que cualquier ataque contra misiones humanitarias es «inaceptable».

Israel incurrió en actos similares en el pasado, interceptando buques civiles con destino a Gaza y deportando a sus ocupantes. Sin embargo, es la primera vez que decenas de embarcaciones zarpan simultáneamente hacia el enclave palestino en un esfuerzo coordinado para romper el cerco.

Desde 2007, Gaza vive bajo un estricto bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto por Tel Aviv, que ha generado una crisis humanitaria de proporciones alarmantes.

Según datos de la ONU, alrededor de 1,5 millones de palestinos permanecen desplazados, mientras la hambruna avanza sin tregua ante el cierre total de los cruces fronterizos desde marzo pasado.

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