Por mayoría, el acuerdo sobre estas recomendaciones enviadas al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) suman mil 485,9 millones de dólares.
Aunque el monto total no varía (unos 34 mil 900 millones de dólares), las modificaciones internas están enfocadas en áreas clave como educación, salud, ciencia, tecnología y el agro.
Las recomendaciones incluyen incrementos para las universidades oficiales y centros de investigación.
También se contempla reforzar el presupuesto de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y del Instituto Técnico Superior Especializado.
En el área de salud se propone equiparar el presupuesto de productos medicinales y farmacéuticos y destinar más recursos al Instituto Oncológico Nacional, entre otras esferas.
Otras asignaciones menores contemplan fondos para el Servicio Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, seguridad, jubilaciones y otros compromisos institucionales. En medio de los debates, la diputada independiente Janine Prado advirtió que, pese al incremento histórico del presupuesto, el país enfrenta un endeudamiento creciente que requiere un análisis más responsable del gasto.
Prado enfatizó la importancia de atender los pilares fundamentales del gasto público, entre ellos la educación, la ciencia y la salud.
También el diputado Benicio Robinson, del Partido Revolucionario Democrático, criticó los recortes aplicados por el MEF a las universidades oficiales y la baja ejecución presupuestaria del Ministerio de Educación.
Por su parte, el diputado por libre postulación Manuel Samaniego sostuvo que las prioridades ciudadanas no se reflejan en el documento. “En materia de salud, no vimos que las necesidades del pueblo estuvieran reflejadas en el presupuesto”, afirmó.
En agosto pasado al presentar la iniciativa, el titular del MEF, Felipe Chapman, señaló que se trataba de un “instrumento clave para responder con responsabilidad los desafíos económicos y sociales”, ya que su objetivo es promover el desarrollo y el bienestar social.
Sin embargo, reconoció que ese monto representa un aumento de cuatro mil 181 millones de dólares en relación con el plan de 2025 que era de 30 mil 720 millones de dólares.
Para el venidero año, dijo, este aumento responde a factores estructurales y no discrecionales, como es la amortización de la deuda que aumenta de dos mil 412 millones en 2025 a cuatro mil 400 millones en el 2026, es decir, mil 987 millones más.
Asimismo, señaló, es el caso de los intereses de la deuda que se incrementan de tres mil 192 millones a tres mil 661 millones el próximo año.
Chapman indicó entonces que el endeudamiento no puede convertirse en una solución estructural del presupuesto estatal, por lo cual se priorizan inversiones estratégicas, ahorro público y eficiencia administrativa, sin comprometer servicios esenciales.
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