Tal medida mantiene alta la tensión entre las autoridades de ambos estados y la administración Trump.
El lunes una jueza de Oregon, designada por el republicano, ratificó su orden que bloqueaba el envío de soldado de ese cuerpo armado a Portland, basada en su conclusión preliminar de que el presidente excedió su autoridad constitucional.
Las protestas en Portland “no representaban un peligro de rebelión”, sentenció la magistrada Karin Immergut.
El jueves otra jueza federal, April Perry, falló contra el Gobierno de Trump al dictar una orden de restricción que también impide temporalmente (hasta el 23 de octubre) el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en Illinois.
La sentencia de Perry significa que las unidades de la Guardia Nacional ya enviadas al área de Chicago no pueden operar en la misión para la que fueron destinadas, o sea, proteger a los agentes e instalaciones federales en Illinois, incluyendo un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) en Broadview.
Alertó igualmente que existe evidencia abrumadora de que el despliegue de tropas provocaría disturbios civiles, y que los operativos de los agentes del ICE, y en algunos casos las violaciones constitucionales, ya causaron un incremento de las protestas.
«Considero que permitir el despliegue de la Guardia Nacional solo echará más leña al fuego que los acusados han provocado», declaró.
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, expresó en un comunicado que el fallo del juez fue «una victoria para los habitantes de Chicago y el Estado de derecho». Apuntó que Perry ratificó muchos de los puntos que han planteado repetidamente: el despliegue de Trump es ilegal, inconstitucional, peligroso e innecesario. «No hay ninguna rebelión en Chicago. Solo hay buenas personas que defienden lo que es correcto», subrayó.
La administración Trump decidió desplegar tropas en Illinois durante al menos 60 días, pese a la oposición y demanda de las autoridades locales y estatales.
También Trump anunció esta semana que descartaba una eventual próxima reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en cambio anticipó un incremento masivo de los aranceles para los productos de la nación asiática.
Otro tópico destacado por la prensa fue el encuentro en Washington entre Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, en el que abordaron el comercio bilateral. Durante su encuentro, el ocupante del Despacho Oval dejó la puerta abierta a una revisión del T-MEC en 2026.
En los espacios informativos sigue, además, el drama de la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas en el Congreso que tiene en cierre o shutdown al gobierno federal hace 11 días.
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