El niño, identificado como Muhammad Haidar, fue secuestrado a plena luz del día frente a su escuela sin que los transeúntes pudieran intervenir.
El hecho generó una fuerte indignación entre la población local, que exigen a las autoridades revelar el paradero del niño y frenar el creciente clima de inseguridad que afecta a la provincia.

A raíz de las protestas, varios activistas y figuras públicas de la región costera denunciaron haber recibido amenazas de muerte tras expresar su respaldo a la huelga y exigir acciones concretas de las autoridades.
Desde el secuestro del menor, Latakia ha sido escenario de múltiples manifestaciones ciudadanas, que no solo exigen su liberación, sino también medidas firmes para frenar los casos de secuestro, asesinatos y delitos violentos que se han multiplicado en la región en los últimos meses.
La población insiste en la necesidad urgente de restaurar la seguridad y confianza en las instituciones, en medio de un clima de creciente malestar social y cuestionamientos a la gestión local.
rgh/fm





