El ministro de Asuntos Internos y Ciberseguridad de Australia, Tony Burke, dijo de forma tajante este lunes que Qantas será responsabilizada por la filtración ocurrida en julio de 2025, a consecuencia de un ciberataque masivo visto como uno de los más graves en la historia reciente de la aviación comercial de esta nación oceánica.
Dicho incidente ha desatado cuestionamientos sobre la responsabilidad corporativa en la protección de datos sensibles.
El ataque fue perpetrado por el grupo de hackers Scattered Lapsus$ Hunters, que logró infiltrarse en los sistemas del proveedor tecnológico estadounidense Salesforce, subcontratado por Qantas para servicios de atención al cliente.
En total, se estima que los piratas informáticos accedieron a cerca de mil millones de registros pertenecientes a unas 40 grandes empresas, entre ellas Qantas.
La aerolínea confirmó que la información comprometida incluye nombres, correos electrónicos, números de teléfono, fechas de nacimiento y números de viajero frecuente, lo cual representa un riesgo significativo para la privacidad y seguridad de sus usuarios.
Qantas reconoció que los datos de unos seis millones de clientes han sido publicados en internet.
Este incidente se suma a una serie de escándalos recientes que han afectado la reputación de Qantas, incluyendo cancelaciones masivas, conflictos laborales y críticas por la calidad del servicio.
La aerolínea, que ha estado intentando recuperar la confianza del público, ahora enfrenta una investigación oficial y posibles sanciones por incumplimiento de normas de protección de datos.
ro/msm





