La Autoridad de Radiodifusión informó esta mañana que el gobierno de Benjamin Netanyahu canceló las medidas punitivas adoptadas ayer para presionar al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) a entregar los cadáveres de varios israelíes en su poder.

Aunque Hamas liberó el lunes a los últimos 20 israelíes vivos prisioneros en Gaza como parte de un intercambio, adelantó que sería imposible devolver de forma inmediata los cuerpos de otros 28 debido a las condiciones y la destrucción del enclave costero y solo entregó cuatro.

En respuesta, Israel anunció que el cruce de Rafah no abriría este miércoles y amenazó con reducir la ayuda vital que ingresa al territorio, devastado por dos años de agresión.

La tensión escaló con los ataques israelíes este martes contra palestinos en la Franja, que causaron nueve muertos, en clara violación del cese de los combates.

El Ejército justificó sus acciones al señalar que supuestamente esas personas se acercaron a zonas controladas por sus tropas, lo cual fue desmentido por varios medios de prensa.

Anoche Hamas entregó otros cuatro cadáveres, tras lo cual las autoridades israelíes acordaron no aplicar la medida de fuerza contra Gaza.

Hace unas horas, el vocero de la Cancillería qatarí, Majed Al-Ansari, afirmó que comenzaron en Egipto “difíciles discusiones” sobre como asegurar la frágil tregua y las negociaciones en torno a la segunda fase del acuerdo, que incluye la gobernanza de Gaza y el futuro de las armas de Hamas.

Aunque el movimiento afirmó repetidamente que no las entregará hasta el fin de la ocupación, ayer por separado, tanto Netanyahu como el presidente estadounidense, Donald Trump, reclamaron su desarme, e incluso amenazaron con usar la fuerza para lograrlo.

oda/rob