Dicho informe señala que la mayoría gubernamental en el Parlamento logró sacar adelante su reforma laboral, que contempla jornadas laborales diarias de hasta 13 horas.
Esta medida tuvo de inmediato respuestas en la calle con movilizaciones y una huelga general esta misma semana.
La iniciativa se alcanzó con 158 votos a favor y 109 en contra en un Parlamento de 300 diputados.
La principal polémica gira en torno a las jornadas de hasta 13 horas, una vía que se abre ahora con un máximo de 37 días al año y previo acuerdo entre empleador y empleado.
Los sindicatos, en cambio, recriminan al Ejecutivo de Kyriakos Mitsotakis que no apueste por reducir las 40 horas semanales y por medidas que favorezcan subidas salariales.
La Confederación Griega de los Trabajadores sostiene que muchos empleados carecerán de la oportunidad real de negarse a hacer esas 13 horas dada la necesidad existente y la relación de poder que existe entre las partes, lo que fomentaría la precariedad.
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