Durante la tarde, el Parlamento nipón se reunirá en sesión extraordinaria y llevará a cabo una votación en ambas cámaras para elegir al próximo primer ministro japonés.
Con el paso dado este martes por Ishiba y su Gabinete, el nuevo gobernante tendrá vía libre para conformar su propia administración.
El ahora ex primer ministro japonés y líder del Partido Liberal Democrático (PLD) anunció que dejaría el cargo el 7 de septiembre, tras ceder a fuertes presiones para asumir la responsabilidad de las derrotas electorales de su formación, la cual perdió la mayoría tanto en la Cámara Baja como en la Alta del Parlamento.
La celebración de elecciones anticipadas arrojó como resultado el nombramiento de Sanae Takaichi como nueva presidenta del PLD, sin embargo, la postura política ultraconservadora de esta dirigente motivó a la formación budista Komeito a romper su alianza de 26 años con el partido gobernante.
Después de varias jornadas de negociaciones, el opositor Partido de la Innovación Japonesa (JIP) anunció la víspera una alianza con el PLD que asegura la elección de Takaichi como primera ministra del país asiático, la primera mujer en ocupar tan alta responsabilidad en la historia de la nación.
El PLD ha regido en este país casi sin interrupción desde 1945 pues, por tradición en Japón, el jefe del principal partido ejerce también el cargo de primer ministro.
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