Por Orlando Oramas León
Fue en la sede de la embajada de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo teatro resultó chico para quienes batieron palmas, hicieron coro y bailaron al son de temas emblemáticos de la música de la ínsula caribeña.
Personal de la embajada aquí, residentes cubanos, miembros de la brigada oftalmológica que presta servicios en esta tierra, uruguayos de la solidaridad y representantes diplomáticos de varios países compartieron la celebración.
El embajador cubano Antonio Pardo, encargado de Negocios aquí, y el representante venezolano, Pedro Sassone, ministro consejero a cargo de la sección consular, encabezaron el encuentro, a unos pasos de la histórica Plaza Independencia.
Una cubanita de cinco años, Angelyn Martínez, declamó versos del poema “Mi bandera”, antesala de que fuera entonada “La Bayamesa”, aquella marcha guerrera de Pedro Figueredo cantada el 20 de octubre de 1868 en Bayamo, que devino himno nacional de Cuba.
“Cuba, que linda es Cuba” se escuchó en la voz de la talentosa cubana Roxana Guerrero, quien integra la Orquesta Juvenil del Sodre de Uruguay.
En exhibición estaban muestras del trabajo de artesanos de la mayor de las Antillas que exaltan el patriotismo y la cubanía.
Una pareja de uruguayos, de la Primera Escuela de Salsa y Casino aquí, ejecutaron bailes tradicionales cubanos, con la voz inconfundible de fondo de Celina González y “Yo soy el punto cubano”. Esta edición de celebración cultural estuvo dedicada al centenario de Fidel Castro, también del dramaturgo Abelardo Estorino, y del natalicio 95 del intelectual revolucionario y titular fundador del Ministerio de Cultura de su país, Armando Hart.
Sobre ellos y su legado, disertó en video filmado para la ocasión, el poeta y escritor Edel Morales, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, residente aquí.
Tomó entonces el micrófono Marcel Cabrera, cubano-uruguayo, conocido como el Cubaguayo, quien declamó a ritmo de rap letras de alto contenido social, con temas en su mayoría de su disco “Las manchas del Sol”.
A sus espaldas, en pantalla, pasaban imágenes de la muestra fotográfica de la joven uruguaya Cecilia Salas, con escenas cotidianas tomadas en recorrido por la geografía cubana.
Y entonces llegó el turno a “El Cubanísimo”, Manolo Sánchez, ex miembro del Buena Vista Social Club, quien junto a su hijo Juan Manuel, echaron mano al Son, la guaracha, el bolero y la timba, y en particular esa canción de Alexander Abreu, “Me dicen Cuba”, que puso a mover a cubanos y de otros lares.
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