De acuerdo con la fuente, el grupo de Manejo de Artefactos Explosivos de la Tercera División del Ejército Nacional destruyó 6,5 toneladas de implementos, entre ellos 823 minas antipersonal y 500 cápsulas para la activación de estas, además de granadas de fabricación industrial, cilindros, morteros y material explosivo diverso.

A propósito de la eliminación del armamento, el jefe de la delegación del Gobierno nacional en la mesa de diálogos de paz con la CNEB, Armando Novoa, apuntó que en las dos fases ejecutadas ya se destruyeron cerca de 10,5 toneladas de material de guerra.

El funcionario consideró que hechos como estos salvan vidas y contribuyen a transformar las regiones históricamente afectadas por la violencia.

“Los detractores de la Paz Total en los territorios insisten en descalificar nuestros esfuerzos sin advertir que estos hechos protegen a las comunidades”, recalcó.

Aseguró que Colombia tiene derecho a superar las violencias a través del diálogo y recuperar la vigencia plena del Estado Social de Derecho.

La primera ronda de destrucción de armas se cumplió en un acto protocolario celebrado a mediados de este mes en Puerto Asís (Putumayo), al que asistió el presidente Gustavo Petro.

Ese día fueron eliminadas casi cuatro toneladas de material de guerra entre bombas y morteros, unidades de munición, minas y artefactos improvisados.

El proceso de paz con la CNEB surgió a finales del 2024, cuando Comandos de la Frontera y Coordinadora Guerrillera del Pacífico se separaron de la Segunda Marquetalia, y decidieron unirse bajo el nombre Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano.

También como parte de las negociaciones de paz con ese grupo, se acordó la sustitución de mil hectáreas de coca por igual cantidad de plantaciones de cacao en los municipios de Tumaco y Roberto Payán, en Nariño.

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