Durante una conferencia de prensa en la sede diplomática, señaló elementos fundamentales sobre esa política: viola el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, y atenta contra el derecho a la paz, el desarrollo y la libre determinación del pueblo de la nación caribeña.
Refirió que el bloqueo mantiene su objetivo de deteriorar el nivel de vida de la población y provocar insatisfacciones, desesperación e irritación como un medio para propiciar un eventual y supuesto estallido social que pueda derivar en un cambio del orden constitucional en Cuba.
A juicio del diplomático, declaraciones de representantes del gobierno de Estados Unidos, incluyendo su secretario de Estado, Marco Rubio, y congresistas anticubanos, confirman la intención de cortar todas las fuentes de ingreso externas posibles para la mayor de las Antillas.
Mencionó, además, “la injustificable permanencia de Cuba en la arbitraria y unilateral lista (de Washington) de países supuestamente patrocinadores del terrorismo”, una decisión políticamente motivada que golpea directamente las transacciones financieras de la isla.
“El desempeño total de la economía cubana ha estado marcado por presiones extraordinarias”, sostuvo el embajador, al aseverar que no existe un solo sector de la vida social y económica de Cuba que escape a los efectos del cerco norteamericano.
A dos días de otra votación en ONU sobre una resolución contra el bloqueo, Rodríguez recordó que es casi universal el reclamo por el levantamiento sin condiciones del cerco, pero el gobierno norteamericano “permanece invariable en su aplicación de esta cruel e ilegal política”.
Denunció una campaña totalmente clara y directa de la administración de Estados Unidos dirigida a revertir el apoyo internacional a Cuba en este ámbito, mediante la coerción y la presión diplomática a gobiernos de otras naciones.
Auguró que “la gran mayoría de los Estados miembros de la ONU votará nuevamente el próximo miércoles a favor de la resolución que plantea la necesidad de poner fin al bloqueo”, porque “está decidida a fomentar el respeto irrestricto” a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
De acuerdo con los más recientes datos divulgados por las autoridades de la isla, el bloqueo aplicado por Washington causó perjuicios estimados en siete mil 556,1 millones de dólares entre marzo de 2024 y febrero último, un incremento del 49 por ciento frente al lapso anterior.
Considerado el principal obstáculo al desarrollo de Cuba, solo en el sector de la salud el cerco dejó pérdidas de casi 300 millones de dólares en un año, mientras el impacto en el ámbito energético superó los 496 millones debido a las restricciones para importar combustibles y piezas de repuesto.
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