Estoy firmemente convencida de que debemos, por fin, prohibir la prostitución y la compra de servicios sexuales en nuestra nación, declaró la alta funcionaria cristianodemócrata.

Señaló que la idea de que el trabajo sexual es una profesión como cualquier otra no solo es absurda, sino que resulta degradante para las mujeres.

Klöckner también cuestionó la actual ley de protección para las personas en la prostitución y denunció que continúan los ataques masivos contra estas mujeres, la dominación masculina y las situaciones de coacción. La legisladora propuso adoptar el llamado modelo nórdico de Suecia y Noruega, donde se penaliza al cliente y se persigue la compra de servicios sexuales.

Analistas consideran que la declaración revela una pugna interna sobre un tema social complejo y recuerdan que el sector es legal y regulado en el país desde 2002.

En la actualidad, la prostitución es una actividad legal en Alemania y sus ingresos tributan impuestos.

Sin embargo, cinco prohibiciones legales persiguen el proxenetismo, la explotación y la coerción a menores de edad.

Esta postura conservadora genera un intenso debate en la coalición de gobierno, mientras el tema divide tanto a la opinión pública como a los partidos políticos en el Bundestag.

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