Durante una reunión con la diáspora congoleña en Brasil, al cierre de su visita a la nación sudamericana para participar en Belem en la XXX Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP30), el mandatario dijo estar complacido por la conclusión satisfactoria de esos esfuerzos.

“En los próximos días, la Casa Blanca nos enviará la invitación oficial para firmar el Acuerdo de Paz”, sostuvo el jefe de Estado, quien celebró este paso que debe traer paz duradera a la nación, pero no comentó qué acciones se realizarán a continuación.

La víspera, la RDC y Ruanda rubricaron el texto completo del Marco Regional de Integración Económica (MRIE), bajo la supervisión de la subsecretaria de Estado estadounidense Allison Hooker y del asesor principal para África de la administración Trump, Massad Boulos.

No obstante, la implementación del Mrie está condicionada por la ejecución satisfactoria del Concepto de Operaciones y la Orden de Operaciones, que implican la neutralización de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), así como acelerar la retirada de fuerzas y el levantamiento de las medidas defensivas por parte de Ruanda.

El Mrie define áreas clave para fomentar la cooperación económica y el desarrollo entre ambos países, creando oportunidades de inversión y crecimiento que benefician directamente a la población de la región.

El instrumento forma parte de las cuestiones recogidas en el Acuerdo de Paz firmado por Kinshasa y Kigali el 27 de junio en Washington, Estados Unidos, cuya implementación también fue objeto de revisión este viernes con la participación de mediadores estadounidense; de Qatar; de Togo como designado de la Unión Africana, y de la Comisión de la Unión Africana.

Durante la reunión, “las partes acordaron acciones concretas a corto plazo, de conformidad con sus respectivas obligaciones, dirigidas a neutralizar al grupo armado FDLR y sus grupos asociados”, además de acelerar la retirada de fuerzas ruandesas.

De acuerdo con un comunicado del Departamento de Estado norteamericano, en el encuentro se revisaron los preparativos para las operaciones militares en una zona de interés designada y se adoptó un acuerdo de implementación.

Igualmente, las partes reafirmaron su compromiso de abstenerse de cualquier acción o retórica hostil, incluidas declaraciones políticas o ataques que pudieran poner en peligro la plena implementación del acuerdo de paz, en particular en los foros internacionales.

Sobre el terreno, sin embargo, los combates continuaron durante la semana en varias zonas de Kivu Norte, enfrentando a los rebeldes de la Alianza del Río Congo-Movimiento 23 de Marzo (AFC/M23) contra los grupos de autodefensa Wazalendo.

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