El Ministerio de Defensa chino subrayó la víspera que las recientes declaraciones de la primera mistra japonesa, Sanae takaichi, sobre Taiwán constituyeron una injerencia grave en los asuntos internos del país.

Además, enfatizó que las afirmaciones enviaron una señal equivocada a las fuerzas que promueven la independencia de esa isla.

La jefa de gobierno de Japón sugirió ante la Dieta (Parlamento) que una acción militar de China contra Taipei podría constituir una “crisis existencial” para la nación nipona, lo que supondría la necesidad de intervención de Tokio.

El portavoz de la cancillería Lin Jian afirmó que las palabras de la líder japonesa son una provocación flagrante y violan el principio de una sola China, los cuatro documentos políticos conjuntos y las normas básicas de las relaciones internacionales.

Asimismo, apuntó que el militarismo japonés recurrió al uso histórico del término “crisis existencial” para justificar invasiones a China.

Esta semana el presidente chino, Xi Jinping, y el rey Felipe VI de España presenciaron aquí la firma de 10 acuerdos en materia de economía, comercio, ciencia y tecnología, y educación.

Ambos líderes sostuvieron conversaciones oficiales en el Gran Palacio del Pueblo de esta capital y abogaron por profundizar los intercambios, la cooperación y asegurar una relación estable.

Xi reiteró que China mantendrá la política de exención de visados para ciudadanos españoles para facilitar el intercambio humano y cultural.

Subrayó que China y España deben apoyar el multilateralismo y el orden internacional basado en reglas.

Según el reporte oficial, Felipe VI elogió los logros chinos en la erradicación de la pobreza y la transición ecológica, y señaló que las inversiones chinas han impulsado el crecimiento y la descarbonización de la economía española.

Indicó que España busca aprovechar las oportunidades del 15 Plan Quinquenal de China (2026-2030) en comercio, industria, ciencia y energía verde.

En otro orden esta semana fue noticia que los astronautas de la misión Shenzhou-20 regresaron a la Tierra de forma exitosa abordo de la nave Shenzhou-21, luego de que su propia nave fuera averiada por desechos espaciales.

De acuerdo con las autoridades, el viaje de retorno en la Shenzhou-20, como era el plan original, no pudo hacerse debido a que se detectó una pequeña grieta en el cristal de la ventanilla del módulo de reentrada de la nave espacial.

Los expertos identificaron el problema luego de análisis fotográficos, verificaciones de diseño, estudios de simulación y pruebas en túnel de viento.

Según el informe, la causa más probable fue el impacto externo de desechos espaciales, lo que la hace no apta para el regreso tripulado de acuerdo con los criterios de seguridad.

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