Tras ese sondeo, el comunicador César Hildebrandt calificó como ajeno a la realidad y carente de fundamento el sondeo de la empresa CPI que dio como resultado una aprobación a Jerí de 59,9 por ciento.
También recordó que el encarcelado ex asesor del ex gobernante Alberto Fujimori (1990 – 2011), Vladimiro Montesinos, quien manejaba los servicios de inteligencia, confesó en el juicio en su contra que pagaba sobornos a empresas encuestadoras como CPI.
Analistas conservadores celebraron la cifra y gran parte de los comentarios señalaron que la cifra podía expresar el contraste entre el rechazo casi unánime a la defenestrada expresidenta Dina Boluarte y el estilo informal y mediático de Jerí.
De cualquier manera, la participación importante en la jornada de protesta de ayer, principalmente en Lima y la ciudad surandina de Cusco –con presencia en demostró en regiones como Arequipa, Chiclayo y otras-, confirmó. según el diario La República, “el descontento ciudadano persiste en todo el país”.
La protesta fue promovida por el novedoso y juvenil movimiento Generación Z, coincidiendo con organizaciones como la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y las federaciones de estudiantes de las universidades Nacional de San Marcos y Católica.
Un día antes, el ministro del Interior, Fernando Rospigliosi, compareció en actitud que diversos medios de prensa consideraron amenazante, advirtió que la Policía “tiene que reprimir a los manifestantes violentos”, lo que fue calificado por muchos como una intrusión represiva en los fueros gubernamentales.
A ello se agregó un gran despliegue policial que incluyó el uso de una red de 700 cámaras de video-vigilancia y hasta drones.
Sin embargo, las marchas fueron pacíficas en su demanda de eliminar diersas leyes aprobadas por el Parlamento conservador, que debilitan leyes contra el crimen organizado responsable de casi diarias muertes sin que el presidente Jerí así lo plantee al Legislativo, donde tampoco hay señalas de enmienda.
En Lima, la marcha rindió homenaje al cantautor de música urbana conocido como “Truko”, muerto por el rebote de una bala disparada por un policía aparentemente infiltrado entre un grupo de manifestantes que lo perseguían tras descubrirlo.
También anoche, los manifestantes evocaron la memoria de la muerte, a manos de la Policía, de los jóvenes manifestantes Inti Sotelo y Bryan Pintado, hace cinco años, cuando protestaban contra el ascenso a la Presidencia, tras la destitución congresal de Martín Vizcarra, movilización que obligó a Merino a renunciar.
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